martes, diciembre 27, 2022

ORIGEN Y DESTINO DE LA MUJER

 

ORIGEN Y DESTINO DE LA MUJER

John Taylor, “Origin and Destiny of Woman”, The Mormon, 29 de agosto de 1857, New York.

https://archive.org/details/TheMormom18551857/page/n523/mode/2up

Traducido por Juan Javier Reta Némiga

“Los Santos de los Últimos Días a menudo han sido ridiculizados por su creencia en la preexistencia de los espíritus y por casarse por esta vida y por toda la eternidad, siendo ambas doctrinas bíblicas. … Siendo muy cortésmente solicitado por una señora, hace unos días, para responder a las siguientes preguntas, no pudimos negarnos consistentemente:

¿De dónde vengo? ¿Qué estoy haciendo aquí? ¿Adónde voy? ¿Y cuál es mi destino después de haber obedecido a la verdad, si soy fiel hasta el final?

Para su beneficio y el de todos los demás interesados, nos esforzaremos por responder las preguntas en forma breve, tal como las entendemos. La razón será evidente con respecto a nuestra creencia en la preexistencia de los espíritus y en el matrimonio por el tiempo y toda la eternidad.

Señora, ¿de dónde vienes? ¿Cuál es tu origen? ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Adónde vas y cuál es tu destino? Dime si tienes entendimiento. ¿No sabes que eres una chispa de la Deidad, arrancada del fuego de Su resplandor eterno, y engendrada en medio de la flama eterna?

¿No sabes que hace eternidades tu espíritu, puro y santo, moraba en el seno de tu Padre Celestial, y en Su presencia, y con tu madre, una de las reinas del cielo, ¿Que estabas rodeada de tus hermanos y hermanas espíritus ellos también en el mundo de los espíritus, entre los dioses? Que a medida que tu espíritu contemplaba las escenas que ocurrían allí, y crecías en inteligencia, veías mundos sobre mundos organizados y poblados con tus espíritus afines que tomaron sobre sí tabernáculos, murieron, resucitaron y recibieron su exaltación en los mundos redimidos en los que una vez habitaron.

 Estando dispuesta y ansiosa por imitarlos, esperando y deseando obtener un cuerpo, una resurrección y exaltación también, y habiendo obtenido permiso, hiciste un convenio con uno de tus espíritus afines para ser tu ángel guardián mientras estabas en la mortalidad, también con otros dos, espíritus masculinos y femeninos, con los que vendrías y tomarías un tabernáculo a través de su linaje, y te convertirías en uno de sus descendientes. También elegiste un espíritu afín a quien amabas en el mundo de los espíritus para ser tu cabeza, sostén, esposo y protector en la tierra y exaltarte en los mundos eternos. Todos esto fue arreglado, igualmente los espíritus que deberían tomar un tabernáculo a través de vuestro linaje. … Dejando el seno de tu padre y de tu madre y de todos tus espíritus afines, viniste a la tierra, tomaste un tabernáculo e imitaste las obras de aquellos que habían sido exaltados antes que tú. Asimismo, los espíritus que deben tabernáculo a través de vuestro linaje.

Por fin llegó el tiempo, y oíste la voz de tu Padre decir, ve hija a ese mundo inferior, y toma sobre ti un tabernáculo, y cumple tu prueba con temor y temblor y elévate a la exaltación. Pero hija, recuerda que vas con esta condición, es decir, debes olvidar todas las cosas que viste o supiste, para ser tramitadas en el mundo de los espíritus; no debes saber ni recordar nada acerca de lo que has visto suceder aquí; pero debéis marcharos... y mientras estéis en vuestra infancia, sujeta a enfermedad, dolor, lágrimas, luto, tristeza y muerte. Pero cuando la verdad toque las cuerdas de vuestro corazón, éstas vibrarán; entonces la inteligencia iluminará tu mente, y derramará su brillo en tu alma, y ​​comenzarás a comprender las cosas que una vez supiste, pero que se te habían ido; entonces comenzarás a comprender y conocer el objeto de tu creación. Hija, ve y sé fiel como lo has sido en tu primer estado.

Dijiste adiós a tu padre, a tu madre y a todos, y junto con tu ángel guardián, viniste a este globo. Lo mismo con los espíritus que habías elegido para venir y tomar un tabernáculo a través de tu linaje, y habiendo dejado tu morada en el mundo de los espíritus algunos años antes, viniste como un espíritu puro y santo. Has obedecido la verdad, y tu ángel guardián te ministra y vela sobre ti. Has elegido al que amabas en el mundo de los espíritus para que sea tu compañero. Ahora coronas, tronos, exaltaciones y dominios están reservados para ti en los mundos eternos, y el camino está abierto para que regreses a la presencia de tu Padre Celestial, si tan solo permaneces y caminas en una ley celestial, cumples los designios de tu Creador y resiste hasta el fin para que cuando tu mortalidad sea depositada en la tumba, puedas descender a tu tumba en paz, levantarte en gloria y recibir tu recompensa eterna en la resurrección de los justos, junto con tu cabeza y marido. Se te permitirá pasar por los Dioses y los ángeles que guardan las puertas, y hacia adelante, hacia tu exaltación en un mundo celestial entre los Dioses. Para ser una reina sacerdotisa en el trono de tu Padre Celestial, y una gloria para tu esposo y tu descendencia, para dar a luz las almas de los hombres, para poblar otros mundos mientras la eternidad va y la eternidad viene; y si la recibes, señora, esta es la vida eterna. … De ahí, tu origen, el objeto de tu último destino. Si eres fiel, señora, la copa está a tu alcance; bebe entonces la bebida celestial y vive.”

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