“No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada.” (Mateo 10:24)
HACIA
LA CONSTRUCCIÓN DEL REINO TEOCRÁTICO: INSURRECCIONES, REBELIONES Y
LUCHA CONTRAESTATAL EN LOS INICIOS DEL MORMONISMO
Juan
Javier Reta Némigai
Celo
por el Reino de Dios.
El
cristianismo, desde sus orígenes, ha estado vinculado con el
establecimiento del Reino de Dios en la tierra, pensando a este como
el sustituto de las formas de gobierno establecidas o dominantes.
Una
parte de esta visión ha estado entroncada con la organización de un
régimen teocrático, unas veces preparatorio y otras veces
definitivo.
Dicha
visión tiene un trasfondo en la religión judaica proveniente de los
macabeos, cuyo culmen será el movimiento zelota de principios de la
E. C. en contra de la ocupación romana.
Si
bien, existen opiniones diversas sobre influencia del movimiento
zelota en los albores del cristianismo, Robert
Eisler es
de la idea de que existe un vínculo bastante estrecho entre dicho
movimiento nacionalista/mesianista y el cristianismo naciente.1
Tales
vínculos se pueden rastrear incluso en la presencia de personajes
afines a tanto
a los zelotas como al
grupo élite del
cristianismo por
excelencia: los Apóstoles. Particularmente, destaca la figura de
Simón el
cananita2
o zelote.3
Lo
mismo se ha especulado con Judas Iscariote, dado que el apelativo
está relacionado con la misma fuente etimológica para sicario4;
no
obstante, algunos evangelios apócrifos lo nombran como Judas Zelota
o como hijo de Simón el Zelota.5
La
muerte oprobiosa en la cruz, como
la de
Jesús de Nazaret, era generalmente el castigo para los rebeldes
zelotas mesianistas.6
El
mismo Pablo, ya como un converso del cristianismo, fue relacionado
con los zelotas. En
Hechos 21:38 el tribuno romano le preguntará: “¿No
eres tú aquel egipcio que levantó una sedición antes de estos
días, y sacó al desierto los cuatro mil sicarios?
A
su vez, el mismo Gamaliel, ve en Jesús y su movimiento, elementos
comunes con los zelotas, por lo que pide prudencia al momento de
juzgar.7
Si
bien, la evidencia no es concluyente, si podemos identificar
elementos en el cristianismo, en
su sustrato judaico,
que se relacionan con una lucha, incluso armada y contraestatal, como
medios preliminares para
la instauración de un reino teocrático.
La
Ciudad de Dios.
Ya
en los
albores del
siglo XVI,
tenemos como ejemplo paradigmático a la reforma protestante. No es
que antes no se concibiese la preminencia de un gobierno teocrático,
el
cual fue el basamento estructural de la edad media; sino que, con
la reforma aparecerán
modalidades autonómicas y
teocráticas contra los poderes establecidos; así como la figura de
ciudades-estado regidas por líderes religiosos.
Destaca,
especialmente el calvinismo y la experiencia de Ginebra. La teocracia
fue establecida en dicha ciudad en el periodo que
va de
1541 y 1564.
Para
Calvino, la ley deriva de la escritura sagrada, la cual es la que
debe de regir toda organización social. Bajo su dirección, en la
ciudad se crearon dos organismos: El Concejo de la Ciudad (ministros
de culto) y el Consistorio
(Doce presbíteros seglares y pastores).8
Estos
concejos tenían la obligación de hacer cumplir las leyes
teocráticas, velar que el pueblo acudiese obligatoriamente a los
servicios dominicales, que
se
acatasen
las
reglas de vestido, diversión, esparcimiento, y las
normas
morales; la violación de las cuales podría acarrear la pena de
muerte inclusive. Quien no jurase tales normas tenía como salida el
destierro.9
El
sistema calvinista planteó las bases para futuras experiencias
similares en las comunidades fundamentalistas y puritanas de
Inglaterra, Holanda y y
más adelante en la formación de los
Estados Unidos.
Particularmente
de interés para el presente documento, es la forma de organización
gubernamental de dicho estado teocrático. Además de los consejos
anteriores llegó
a existir
un
Concejo de los cincuenta.
El
Concejo de los Cincuenta fue creado en 1457 con extensos poderes,
salvo el de poder embargar los bienes de la ciudad. Dicho concejo
suplía al Concejo General y era elegido por el Gran Concejo, para
operar en caso de peligros exteriores (principalmente por
las luchas contra la
casa de Saboya) y evitaba convocar a una asamblea general a
la vez que se guardaba discreción
sobre sus actos. Este
concejo será recuperado tras el triunfo del calvinismo, pasando a
ser el Consistorio, el cual, tendrá no sólo poderes de regencia,
sino policíacos.
El calvinismo pasará a ser un “regnum
Christi”
Una
república teocrática.10
Para
Calvino, tanto la república como la Iglesia temporal eran
imperfectas, pero necesarias para la preparación de la venida de
Cristo, para conservar a los justos hasta el fin del mundo, en donde
todo orden civil y religioso finalmente sería sustituido por el
Reino de Dios. Calvino denominó a su forma de gobierno: “La
república de los santos”.11
El
pensamiento calvinista trascenderá ya sea en su crítica o en su
extensión en obras como las de el Leviatán
de Hobbes, o la Oceana
de
Harrington.12
Restaurando
el Reino
El mormonismo,
como experiencia social, no es ni ajeno ni distinto en su primera
organización a los fenómenos socioreligiosos de su entorno.
Comparte con el movimiento Campbellita no sólo la denominación de
Iglesia de Cristo13,
sino el ideario restauracionista y el establecimiento de Sión.
Thomas Campbell,
quien fuera presbiteriano, (movimiento religioso que tiene sus raíces
en el calvinismo) publicó en 1809 un documento conocido como:
“Declaración y Alocución”
en donde plantea los fundamentos de sus ideas restauracionistas,
entre ellas las siguientes:
“Que esta Sociedad, formada con el único propósito de promover el cristianismo evangélico puro, apoye hasta el máximo de su poder y sustente sólo a aquellos ministros que demuestren una conformidad manifiesta con los patrones originales, tanto en su conducta personal como en doctrina, celo y diligencia; sólo a aquellos que lleven a la práctica la forma original del cristianismo genuino, expresamente contenida en las páginas sagradas, sin intentar inculcar la autoridad humana, la opinión privada, las invenciones de hombres, y sin pretender ocupar una parte en la constitución, fe o adoración de la iglesia cristiana; a aquellos que no inserten ningún elemento sobre la fe y el deber cristiano al que no se pueda añadir: "Así dice el Señor", ya sea en términos expresos o por precedentes aprobados. … Por tanto, y en buena medida, ha sido desterrada de la iglesia de Dios la gran pureza de la comunión que se encuentra en las Escrituras y de cuya preservación depende la mayor parte de su bienestar, gloria y utilidad. Para completar el terrible resultado de nuestras miserables divisiones, un mal de naturaleza horrenda permanece todavía: el desagrado divino, justamente provocado por esa triste perversión del evangelio de paz; el Señor mantiene su misericordiosa presencia influyendo en sus ordenanzas y, con frecuencia, deja a los contenciosos autores caer en escándalos dolorosos, o los visita con juicio, como hizo en la casa de Elí. De esta forma, mientras algunos cristianos profesantes se muerden y devoran entre sí consumiéndose unos a otros, o caen presa de los rectos juicios de Dios, los verdaderamente religiosos de todos los grupos son afligidos, los débiles tropiezan, los desfavorecidos y profanos se endurecen..Por tanto, y en buena medida, ha sido desterrada de la iglesia de Dios la gran pureza de la comunión que se encuentra en las Escrituras y de cuya preservación depende la mayor parte de su bienestar, gloria y utilidad. Para completar el terrible resultado de nuestras miserables divisiones, un mal de naturaleza horrenda permanece todavía: el desagrado divino, justamente provocado por esa triste perversión del evangelio de paz; el Señor mantiene su misericordiosa presencia influyendo en sus ordenanzas y, con frecuencia, deja a los contenciosos autores caer en escándalos dolorosos, o los visita con juicio, como hizo en la casa de Elí. … De esta forma, mientras algunos cristianos profesantes se muerden y devoran entre sí consumiéndose unos a otros, o caen presa de los rectos juicios de Dios, los verdaderamente religiosos de todos los grupos son afligidos, los débiles tropiezan, los desfavorecidos y profanos se endurecen… por esta autoridad sois convocados a restaurar el tabernáculo de David, que ha sido destruido entre nosotros, y edificarlo sobre su propia base … El tiempo ha llegado...”14
Tales
planteamientos llegarán a ser populares en el entorno de Joseph
Smith y sus asociados en la organización de la Iglesia y sus
primeros años. Para el propósito del presente documento, obviaré
los relatos e historias relacionados con el establecimiento de la
Iglesia de Cristo en 1830 y me concentraré en los elementos
relacionados con la
fundación teocrática. Lo que sí cabe señalar, es que no se puede
explicar el carácter y las motivaciones restauracionistas del
mormonismo, aislándolo de sus pares religiosos, con los que
compartió no sólo territorio sino afiliados.
El
hijo de Thomas, Alexander, señalará, refiriéndose a la aparición
del Libro de Mormón, que tal texto responde a las preocupaciones e
intereses teológicos de su época.15
Dentro
de esas preocupaciones, el Libro de Mormón destacará una forma de
republicanismo religioso como forma ideal de gobierno. Sin embargo,
dicho republicanismo, sólo tendrá un carácter provisional, dado
que el mismo libro sugiere:
“Por tanto, si fuese posible que tuvieseis por reyes a hombres justos que establecieran las leyes de Dios y juzgaran a este pueblo según sus mandamientos, sí, si tuvieseis por reyes a hombres que hicieran lo que mi padre Benjamín hizo por este pueblo, os digo que si tal fuese siempre el caso, entonces convendría que siempre tuvieseis reyes para que os gobernaran” (Mosíah29:13).
Este será el ideal
y el derrotero que seguirá Joseph Smith en el transcurso de su vida
y establecerá las pautas para el sistema organizacional que impera
hoy en la Iglesia.
Poniendo
los cimientos del reino
Muy temprano, el
mormonismo se planteó el establecimiento del reino de Dios sobre la
tierra. Los Estados Unidos de América enfrentaban una serie de
problemáticas tanto internas, como externas que desafiaban a la
endeble federación. No sólo había ya un fuerte espíritu
secesionista, sino un creciente desafío a la autoridad federal y
estatal de las ciudades periféricas y los establecimientos
fronterizos. Tal tensión derivaría años más tarde en una guerra
fratricida que tendría como consecuencia el surgimiento de una
federación consolidada, pero también el fin de experimentos
autonómicos.
Con la
incorporación de Sidney Rigdon, antiguo discípulo de Campbell, el
mormonismo pasaría a la búsqueda de la conformación de una ciudad
estado. Se designó para tal efecto, territorios de Misuri y se le
denominó Sion, un lugar de recogimiento para todos los santos en
preparación para la entonces inminente venida de Jesucristo.
Hacia
1833, en medio del conflicto abolicionista que imperaba en Misuri,
los mormones se vieron involucrados al publicar en la misma imprenta
donde se trabajaba con la publicación del “Libro de Mandamientos”
un folleto de corte abolicionista titulado
“"The
Free People of Color"
; lo cual detonó el
conflicto con sus vecinos.16
Hasta entonces, y
pese a actos de violencia previos, los mormones habían respondido
con actos de resistencia pacífica, pero eso habría de cambiar.
Aunque la actual Doctrina y
Convenios 98 inicia con prolegómenos relacionados con la obediencia
a la constitución en su parte considerada justa y un llamado a
sobrellevar las aflicciones, hacia final del texto establece:
Sin embargo, está en vuestras manos; y si le pagáis de acuerdo con sus obras, quedáis justificados; si ha atentado contra vuestra vida, y peligra vuestra vida a causa de él, vuestro enemigo está en vuestras manos y quedáis justificados. .. Y yo, el Señor, peleaba sus batallas, y las batallas de sus hijos, y de los hijos de sus hijos, hasta que se vengaban de todos sus enemigos, hasta la tercera y la cuarta generación. He aquí, esta es la norma para todo pueblo, dice el Señor tu Dios, (D y C 98:36-38)
Esta revelación
llevará a lo que se conoce históricamente como la “Guerra mormona
de Misuri”. También dicho texto establece la pauta para considerar
como preeminente las leyes divinas y religiosas por encima de las
leyes civiles. Poco tiempo después de esta revelación Joseph Smith
mandó copias de la misma al Condado de Jackson. Los antimormones
iniciaron tres ataques a la población mormona, en los cuáles no
obtuvieron ninguna represalia o respuesta; pero al cuarto ataque,
fueron sorprendidos con un contraataque. Las escaramuzas continuaron
e incluso David Whitmer, testigo del Libro de Mormón y líder
prominente en la Iglesia llegó a matar a dos de los atacantes y
herir a otros.17
Con ello llegaba a su fin la resistencia pacífica para dar paso a la
resistencia armada.
Con el aumento del
conflicto armado entre los mormones y sus enemigos en Misuri, fue que
se organizó el Campo de Sión, una compañía de carácter militar a
la que la historiografía preeminente la ha despojado de dicho
aspecto para enfatizar los de base religiosa. Dicha experiencia fue
militarmente derrota. El campo de Sión no sólo fue una prueba
expedicionaria para llevar víveres, sino un completo batallón
armado, con un sentimiento inminente de entrar en una guerra santa.18
La falta de interés y desprecio por parte del gobierno federal, sólo
agravaría el conflicto. La principal consecuencia del campo de Sión
sería que buena parte de estos expedicionarios militaristas
llegarían a formar parte del liderazgo de la Iglesia durante su
segunda reorganización y estructuración.
El siguiente
conflicto vendría de la mano con los intereses electorales.
Durante su
estancia en Ohio, Joseph Smith será nombrado por el Sumo Consejo
como presidente de la Iglesia y como Jefe de guerra de las huestes
del Señor.19
Esto uniría el mando religioso con el militar, aún sin tener aún
en su persona el gobierno civil.
La creciente
influencia del voto mormón en Ohio y la cada vez mayor presencia de
los líderes de la Iglesia en funciones administrativas del gobierno
civil, alarmaron a los habitantes de Ohio; ya que el peso mormón en
las decisiones políticas ponía en riesgo también los intereses
económicos de los antiguos habitantes. Pero no sólo al exterior de
la Iglesia existía dicha preocupación, una ya no tan latente
disidencia interna señalaba:
“no permitan que un profeta anónimo se convierta en "un monarca, absoluto y despótico, y que ustedes se conviertan en esclavos abyectos o aduladores" 20
Las
hijas de Sión
En medio de los
conflictos internos y externos aparecería la tristemente famosa
Banda de Los Danitas”, también
conocida como “Las Hijas de Sion”. Mucho
se ha especulado sobre el grado de participación e influencia de
Joseph Smith en su fundación y actividades. Aquí sólo presentaré
algunos hechos.
En
1838, el mormonismo pasó por uno de sus mayores desafíos para
sobrevivir. Al exterior, sus enemigos aspiraban a una nueva expulsión
territorial y a su desaparición. Al interior, una creciente
disidencia, aún con la excomunión de muchos de sus promotores,
desafiaba el liderazgo de Joseph Smith como profeta y presidente.
Es
en medio de esta efervescencia que surgen los Danitas. En
junio de 1838 el Dr. Sampson
Avard
organizó dicho grupo paramilitar. 21
El nombre viene del popular texto de Daniel
2: 44-45. John
Smith, tío, consejero especial de la primera presidencia y
presidente de Estaca en ese entonces, presenta diversas entradas en
su diario en referencia a las
reuniones de los
danitas como
sucesos cotidianos.
Lo mismo ocurre con otros líderes cercanos a Joseph Smith, por lo
que presentar al profeta como completo desconocedor de la existencia
y operación del grupo, es por lo menos, dubitativo.22
Sidney
Rigdon, primer consejero del presidente Smith, al rememorar lo
sucedido en 1838, señalará:
“En algún momento anterior a esto, como consecuencia de las amenazas que fueron hechas por los populachos, o de los que estaban formando parte de turbas, así como por los abusos cometidos por aquellos sobre las gente y y sus propiedades como ciudadanos; se formó una asociación, llamada la banda de Danita. Esto, por lo que yo conocía, (no siendo uno de ellos, ni tampoco Joseph Smith, Padre) era para la protección mutua contra las bandas que se estaban formando, y amenazaban con formarse; con el objeto ex profeso de cometer actos de violencia en la propiedad y la gente perteneciente a los condados de Davies y Caldwell. Tenían ciertos signos y palabras con las cuales podían conocerse entre sí, ya sea de día o de noche. Estaban obligados a mantener esos signos y palabras en secreto; con el propósito de que ninguna otra persona o personas aparte de ellos puedan conocerlos. Cuando cualquiera de estas personas fuera atacada por una banda sin ley, le harían saber a otros que irpian en su alivio a riesgo de sus propias vidas. De esta manera, intentaron defender las vidas y propiedades de los demás, pero se les ordenó estrictamente no tocar a ninguna persona, solo aquellos que estaban involucrados en actos de violencia contra las personas...”23
Rigdon
y Avard habían sido socios comerciales en Kirtland, por lo que es de
esperar, que su conocimiento de la banda organizada no fuera
circunstancial, sino de pleno conocimiento.24
Pese
a sus esfuerzos, incluyendo lo que hoy denominaríamos “grupos de
autodefensa”, los mormones serían expulsados de Misuri y Ohio, sus
líderes provisionalmente encarcelados; para, con el tiempo, pasar a
establecerse en Illinois.
La
influencia danita, no sólo se haría sentir con relación al enemigo
externo, sino que durante la crisis interna, muchos de los desafectos
señalarían que dicha banda amenazaba con quitarles la vida sino
salían pronto de territorio mormón. Tales tipos de señalamientos
fueron hechos por Oliver Cowdery, David Whitmer, John Whitmer, Lyman
E Johnson y William W. Phelps, quienes
habían recibido por escrito tales amagos. Con el paso del tiempo, y
al estar sujeto a acciones disciplinarias, Avard señalaría a Rigdon
como el redactor de la carta de expulsión. Si bien, la evidencia no
es concluyente, más
tarde
Sidney Rigdon le
declararía
a Orson Hyde:
“era el deber imperativo de la Iglesia obedecer las palabras de Joseph Smith, o la presidencia, sin preguntas o preguntas, y que si hubiera algunos que no lo hicieran, se les debería cortar la garganta de la oreja [a] oreja...”25Sobre tales amenazas John Whitmer, uno de los testigos del Libro de Mormón declaró:
“Mientras nos íbamos Jo. & Rigdon y su banda de gadiantones se mantuvieron en guardia y vigilaron nuestras casas y abusaron de nuestras familias y los amenazaron de que si no se habían ido por la mañana, serían expulsados y amenazarían nuestras vidas si ellos [los Danitas] alguna vez nos veían de nuevo por Far West .” 26Más adelante, la banda de los danitas estaría relacionada con los hechos de disturbios electorales en Millport y Gallatin, lo que junto con otros sucesos, llevaría a la salida de la iglesia, de Thomas B. Marsh, presidente entonces de los doce apóstoles, preocupado por el giro que tomaba la situación. Marsh declararía:
“Tienen entre ellos una compañía de hombres, considerados "mormones" verdaderos, llamados danitas, los cuales han jurado apoyar a los directores de la Iglesia en todas las cosas que dijeren o hicieren, ya fueren buenas o malas. Sin embargo, muchos de los de esta banda están desconformes con estos juramentos por considerarlos contra los principios morales y religiosos. Me informan los "mormones" que el sábado pasado celebraron una reunión en Far West, en la cual nombraron a un grupo de doce, al que dieron el nombre de la "Compañía Destructora", cuyo objeto será el de incendiar y destruir; y que si los habitantes de Bun-combe venían para acometer a la gente de Caldwell y cometían ultrajes contra los "mormones", éstos le prenderían fuego a Buncombe; y que si la gente de Clay y Ray los atacaba, la compañía destructora incendiaría a Liberty y Richmond. ... El Profeta les inculca estas ideas, y todo "mormón" verdadero cree que las profecías de Smith son superiores a las leyes del país. He oído al Profeta decir que aún derribará a sus enemigos y hollará sus cuerpos muertos; y que si no lo dejaban en paz, será como un segundo Mahoma para esta generación, y derramará un mar de sangre desde las Montañas Rocosas hasta el Océano Atlántico; que así como Mahoma, al proponer la paz, tenía por lema "el Alcorán o la Espada", así sería al fin con nosotros, "José Smith o la Espada". Estas declaraciones fueron hechas el verano pasado. El número de hombres armados en Adam-ondi-Ahman variaba entre trescientos y cuatrocientos. 27
Miembros prominentes del liderazgo de la Iglesia, también tomarían parte activa con los danitas, entre ellos Lyman Wight y el apóstol mártir David W. Patten.28 Más adelante, prominentes danitas pasarían a formar parte del Concilio de los 50 en Nauvoo.
De
Profeta a Rey
Para cerrar el
ciclo, finalmente en Nauvoo se crearían las condiciones para el
establecimiento de una ciudad- estado que hacia el final de la vida
de José pasaría a ser gobernada por un supragobierno conocido como
el Concilio de los cincuenta.
Desencantados por
el fallo contrario en sus apelaciones contra el despojo de sus
propiedades en Ohio y Misuri, los mormones consideraron que la única
forma en que se les haría justicia a sus reclamos sería el de tener
por una parte un gobierno civil propio, y por la otra hacerse con el
poder civil federal. Aunque la campaña electoral de Smith a la
presidencia de los Estados Unidos fue testimonial, implementó las
bases para que, el hasta entonces un movimiento religioso
restauracionista más, se convirtiera en un estado dentro del estado,
hasta llegar a ser la institución que es hoy.
José Smith sería
ungido como rey, pero no llegaría a disfrutar de tal posición,
pronto sería asesinado. La causal de su muerte no sería la clausura
de un periódico desconocido, acto por lo demás común en su época,
sino la acusación de traición al Estado. Su muerte no implicó que
la idea de un gobierno teocrático desapareciera, por el contrario,
dicho gobierno pronto sería establecido en medio de las montañas
rocallosas, luego del infructuoso intento de establecerlo en la
República de Texas.
No me explayaré
en toda la dinámica jerárquica y organizativa que implicó el
establecimiento del Concilio de los 50, dado que el tema da para un
análisis más detallado y documentado, sino que deseo cerrar con las
siguientes ideas:
La
creación de formas de organización y de gobierno independientes a
los poderes y estructuras societales establecidos no es ajena al
cristianismo. En sus diversas dinámicas, el cristianismo ha apelado
al establecimiento de órdenes teocráticos como preámbulos
adventistas, a la vez que son una forma de cohesión social. Dicha
teocracia no es ajena al uso de la fuerza armada para el
establecimiento de sus intereses; por lo que la crítica del
protestantismo fundamentalista es hipócrita en relación al
mormonismo en estos temas. Una buena parte de las ideas cívico
militares del mormonismo abreva de la misma tradición protestante
por la que se constituyeron los Estados Unidos. Lo diferencia más
bien radica en que pese a sus descalabros iniciales, el mormonismo
logró crear una estructura y una superestructura que se mantuvo
regularmente independiente durante el siglo XIX. Al igual que la
gente de Qumram, que salmodiaron la guerra santa, el mormonismo, como
otros movimientos cristianos están a la espera en que llegue el día
en que coman la carne de reyes
y de capitanes y se establezca el reino milenario.29
2Osear
Cullmann en su libro Saint Fierre, apotre, disciple el martyr,
,1952), señala que cananita es lo mismo que el Zelota, y esto no
tiene nada que ver con la tierra de Canaán. En efecto, en hebreo la
palabra kana significa celoso, fanático, apasionado. Es el
equivalente al zelote griego.
3Lucas
6:15
4Por
el uso de una espada curva llamada sica, popular entre los rebeldes
zelotas judíos del primer siglo de la E. C.
5El
evangelio Etiope conocido como Testamento en Galilea de Nuestro
Señor Jesucristo en su
capítulo 2:12 denomina a
Judas como zelota. El texto
dice: “Nosotros, Juan,
Tomás, Pedro, Andrés, Santiago, Felipe, Bartolomé, Mateo,
Nata-nael, y Judas Zelota...".
6La
denominación de “ladrones o malhechores” para sus acompañantes
se relaciona más con la idea de sublevados o enemigos del estado
romano, por lo cual su pena era también la crucifixión.
7Hechos
5:35-38
8
A. Dufour, Histoire
de Genève, PUF,
París, 2001, p. 17.
10
A.
Biéler, La
pensée économique et socialede Calvin,
2.ª ed., Georg ed., Genève, 2008, pp. 50-51.
12Maquiavelo
refiriéndose a los efectos de la República ginebrina y su carácter
teocrático señalará: “Esta
es la causa de que todos los profetas armados hayan vencido y los
desarmados perecido. Pues, además de lo ya dicho, la naturaleza de
los pueblos es inconstante: resulta fácil convencerles de una cosa,
pero es difícil mantenerlos convencidos. Por eso conviene estar
preparados de manera que cuando dejen de creer se les pueda hacer
creer por la fuerza
(Maquiavelo, El príncipe p.
50 Ed. Taurus)
13También
conocidos como Discipulos de Cristo
15Richard
L. Bushman, Joseph Smith and the Beginnings of Mormonism
,University Illinois Press, 1984), p. 125 Véase también el
folleto de Campbell denominado: "Delusions" Una versión
digital del mismo puede ser consultada en :
https://bcgmaxwell.files.wordpress.com/2014/12/campbellalexander-1831-02-07-delusions-in-millenial-harbinger.docx
16Stephen
C. LeSueur, The 1838 Mormon War in Missouri (Columbia: University of
Missouri Press, 1987
17John
Corrill, A Brief History of the Church of Christ of Latter Day
Saints, (Commonly Called Mormons;)...With the Reasons of the Author
for Leaving the Church (St. Louis: By the author, 1839), 19
http://www.josephsmithpapers.org/paper-summary/john-corrill-a-brief-history-of-the-church-of-christ-of-latter-day-saints-1839/1
18
Warren
A. Jennings, “The Army of Israel Marches Into Missouri,”
Missouri
Historical Review p.
62
19McKiernan
and Launius, The Book of John Whitmer, p. 151;Jessee, The Papers of
Joseph Smith, 2:42n2. Véase también:
http://www.josephsmithpapers.org/paper-summary/history-1838-1856-volume-a-1-23-december-1805-30-august-1834/28
20Warren
Cowdery : Latter-day Saints’
Messenger and Advocate 3
(July 1837):538.
21
John Smith diary, 4 Aug., 1 Sept. 1838, George A. Smith family
papers, Marriott Library; John E. Thompson, “A Chronology of
Danite Meetings in Adam-ondi-Ahman, Missouri, July to September,
1838,” Restoration: News, Views, and History of the Latter Day
Saint Movement 4 (Jan. 1985): 11-14;
22Ídem.
El libro, Elementos de la Historia
de Iglesia,
compendiado por Joseph Fielding Smith presenta los acontecimientos
de 1838 como situaciones desconexas en las que el profeta aparece
como ajeno a los hechos; en donde las desafecciones se
presentan como actos
sorpresivos y paradójicos y no como partes
de la dinámica existente. Scott
H. Faulring, no obstante,
recupera entradas en el diario de Joseph Smith en las que se
cita a los danitas. El
27 de julio de 1838, el escribe: “Hasta
aquí, según el orden / revelación / de los danitas. Tenemos una
compañía de Danitas en estos tiempos, para hacer lo correcto...”
Véase
a Faulring,
An
American Prophet’s Record, 198,
también
disponible en
https://archive.org/stream/AnAmericanProphetsRecordJosephSmith/An%20American%20Prophets%20Record-Joseph%20Smith#page/n265/mode/2up/search/danite
23
Times
and Seasons
4
(15 July 1843) http://www.centerplace.org/history/ts/v4n17.htm
24Para
un estudio más detallado de los danitas, véase Leland
H. Gentry, “The Danite Band of 1838,” Brigham
Young University Studies
14
(Summer 1974). Disponible en:
https://scholarsarchive.byu.edu/cgi/viewcontent.cgi?httpsredir=1&article=1686&context=byusq
25Para
este y otros documentos relacionados véase: Document Containing
the Correspondence, Orders, &c In Relation to the Disturbances
With the Mormons véase
https://archive.org/details/documentcontaini00miss
La carta
está fechada el 21 de octubre de 1844 y
puede ser leída en
http://sidneyrigdon.com/dbroadhu/LDS/wasp2.htm#120444
26
McKiernan
and Launius, The
Book of John Whitmer,
p.
165.
El
Libro puede ser consultado en línea en
http://signaturebookslibrary.org/john-whitmer-2/
27Elementos
de la Historia de la Iglesia, “ Apostasía de Thomas B. Marsh”
Joseph Fielding Smith p. 97, versión digital.
28Document
Containing the Correspondence op.
Cit. Parley
P. Pratt, otro apóstol, participaría activamente en
la batalla de Crooked
River
y vengaría la muerte de su condiscípulo. Véase también: I
Knew the Prophets: An Analysis of the Letter ofBenjamin F. Johnson
to George F. [Sf Gibbs, Reporting Doctrinal Views of Joseph Smith
and Brigham Young
29Apocalipsis
19:17
iLicenciado
en Pedagogía por la Universidad Veracruzana
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